¿Sabes en cuánto tiempo construyeron el Estadio Xalapeño?

El Estadio Xalapeño, oficialmente Estadio Heriberto Jara Corona es el más importante de la ciudad, e históricamente, de México.

¿Por qué? Fue el primer estadio público en México, y el segundo en América Latina, después del privado que utilizó el River Plate en Buenos Aires, Argentina.

Fue inaugurado el 5 de mayo de 1922 en unos juegos atléticos. Como dato curioso, la Camara de Comercio de Xalapa contrató al célebre piloto Frank Hawks para que hiciera un espectáculo de aterrizaje en el estadio el 7 de mayo de 1922.

Para la construcción del estadio se buscó un sitio natural y fue así como se iniciaron los trabajos sobre un pantano conocido como “La Ciénaga de Melgarejo”, el cual fue drenado y rellenado bajo la dirección de la Cámara de Comercio de la ciudad, en colaboración con la compañía Railroad & Power Company (JRR&PC), la cual operaba la planta hidroeléctrica de Texolo y el ferrocarril Jalapa-Teocelo (conocido coloquialmente como «El Piojito»).

Lo impactante de toda esta obra es que se construyó en 75 días, iniciando desde 0, lo que es un tiempo récord para una obra de esas dimensiones. La construcción estuvo a cargo del arquitecto Modesto Roland, quien la terminó en pocos meses, trabajando día y noche.

Causó fascinación ya que hay tan solo su volado de techo parabólico, el primero de concreto de grandes dimensiones construido en México el cual se extiende en más de tres mil metros cuadrados de concreto armado, resultó una hazaña para la ingeniería civil de la época.

También, la ornamentación vanguardista de las gradas y columnas, que armonizan con los relieves y las esculturas de reminiscencias del olimpismo griego. Su acceso original –llamado en el proyecto “Entrada Triunfal”– está delimitado por dos monumentos principales coronados por esculturas y flanqueados por relieves de gladiadores.

Éstos van ligados por una hilera de diez columnas dóricas, de siete metros de altura cada una y unidas en la parte superior por un encaje de bronce y remates heráldicos con las letras EJ (Estadio Jalapeño) enlazadas.

Desafortunadamente por los prejuicios de alguna época, los relieves de desnudos griegos del palco de honor fueron suprimidos.

Con el tiempo, el Estadio Xalapeño ha necesitado de algunas remodelaciones; sin embargo, tales cambios no han modificado fundamentalmente su diseño original: las columnas fueron movidas con el propósito de ampliar el espacio olímpico.

Sí, sin lugar a dudas un orgullo para nuestra ciudad contar con este recinto, el cual en 2017 fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad por el Cabildo.

 

 

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