Xalapa es una ciudad con mucha historia que se refleja en sus tradiciones, en su carácter cultural y hasta en su paisaje urbano. Son características sus pendientes, sus callejones empedrados y el trazo de sus calles, que para muchos parece complicado pero que para los locales es un simple aderezo más a la belleza de la ciudad.
Curiosamente, a lo largo del tiempo, la ciudad ha pasado por varias etapas que han dejado huellas de su impacto en la capital veracruzana; una de ellas es una leyenda que aunque no modifica por completo el panorama urbano visible a primera vista, si lo ha hecho en la tradición oral a partir de principios del s. XX.
Existe la creencia que bajo la ciudad corren extensos túneles con una fría humedad en su interior que interconectan a toda la ciudad e incluso, que llevan hacia otras partes de la región. No se sabe con certeza si son amplios o estrechos, sin embargo, se cree que esta red laberíntica de túneles permitía conectar de manera «segura» a los habitantes en tiempos de revueltas o de inseguridad política.
Se cuenta entre los xalapeños que muchos parten de la Catedral, una iglesia que data del s. XVIII y que de esta misma salen a otros puntos del centro de la ciudad, como al Colegio Preparatorio de Xalapa, que se encuentra justo en la calle arriba de la Catedral; también se dice que están conectados con el «Parque Los Berros», un parque igualmente antiguo y tradicional de Xalapa, que por su kiosco emite un cierto aire de melancolía y misterio de otros tiempos. Se cuenta también que existe una entrada por el Parque de Los Tecajetes, cerca de la antigua jaula de los lobos (hace algunos años, «Los Tecajetes» eran además de parque, un zoológico); otra de las entradas se rumora que se encuentra en la escuela Pedro de Gante, a unas cuadras de la Catedral y que hasta los túneles llegan a la Normal Antigua y al Cerro del Macuiltépetl.
Pero… ¿Cuál fue el verdadero propósito de su construcción? ¿Cómo los construyeron? Poco se sabe realmente al respecto, a excepción de lo que la gente cuenta: algunos suponen que son tan antiguos que datan de la época prehispánica, pero otros piensan que más bien se hicieron durante la Colonia e incluso, que se construyeron en la época revolucionaria, pues algunos aventureros que se internaron, encontraron armas y objetos pertenecientes a esta época, lo que hace suponer que los usaron como escondites o para pasar mercancías y armas y escapar sin problemas.
La tradición xalapeña reúne estas historias que se van pasando de generación en generación, y que aunque no se ha podido comprobar o explorar de todo el laberinto de los túneles xalapeños, ciertamente permanece como un elemento más de la historia y de la tradición popular, de esos relatos que adoramos contar y que nos hacen querer saber más de nuestras ciudades.