La Mafia de la 4T en Veracruz: Puestos de Confianza Ocupados por Burócratas con Base
En el estado de Veracruz, el gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) está operando bajo una estructura que bien podría calificarse de mafia. Funcionarios con bases sindicales están ocupando puestos de confianza en áreas clave de la administración estatal, lo que representa un abuso del sistema y una contradicción total a los principios que pregonan.
Según denuncias y testimonios de trabajadores, en dependencias estatales se ha normalizado que personas con bases, es decir, empleados con estabilidad laboral garantizada, ocupen cargos de Jefes de Área, Subdirectores, Directores, Actuarios, Proyectistas, Jefes de Departamento y demás áreas de confianza. Esto no solo es ilegal en términos de ética gubernamental, sino que también bloquea oportunidades laborales para quienes realmente necesitan una plaza base, perpetuando un esquema de privilegios dentro de la burocracia.
El principio de los puestos de confianza es claro: están diseñados para trabajadores sin base, quienes, a cambio de su estabilidad, reciben sueldos más elevados debido a la naturaleza temporal de su encargo. Sin embargo, en Veracruz, los funcionarios de Morena han tergiversado este esquema, permitiendo que sus allegados se beneficien de ambos mundos: la estabilidad de una base y los altos sueldos de un cargo de confianza.
Este doble beneficio es una burla para aquellos trabajadores que llevan años esperando una oportunidad real de conseguir una plaza y para los ciudadanos que, con sus impuestos, financian esta simulación de transformación. La realidad es que la administración estatal de Veracruz está operando como un sistema de corrupción disfrazado de justicia social, donde los beneficios son exclusivos para quienes tienen conexiones políticas y sindicales.
Las instancias de transparencia y control gubernamental deberían revisar a fondo esta problemática, pero, como suele ocurrir, la falta de voluntad política convierte estas denuncias en meros susurros en el viento. Mientras tanto, la 4T en Veracruz sigue construyendo su propio feudo burocrático, en el que la meritocracia y la verdadera transformación brillan por su ausencia.
Es momento de que los ciudadanos exijan cuentas y pongan la lupa sobre este abuso del aparato gubernamental. ¿Cuántos más se seguirán beneficiando de este esquema? ¿Hasta cuándo se permitirá que los espacios de confianza sean ocupados por quienes ya tienen asegurado su futuro laboral? Es hora de acabar con la mafia de la Cuarta Transformación en Veracruz.