Narran los vecinos de estas empinadas callejuelas, llamadas hoy primera y segunda de Betancourt, que hace tiempo la población conoció ese lugar corno Cuesta de Tío Machado, camino que iba de Ursulo Galván hasta Juárez y terminaba en un sitio arbolado de frondosos jinicuiles, muy famosos porque la muchachada del vecindario se disputaba habitualmente las sabrosas vainas.
Allí vivía don Julián Machado Llausás, de origen cubano. Este caballero se había casado con una refinada dama xalapeña, pero el destino le deparó la desgracia de quedar viudo y sin hijos al poco tiempo. Su soledad se vio atenuada por la compañía que le daban los niños del barrio, a quienes contaba entretenidas historias de su tierra y correspondía la visita de los pequeños con dulces, regalos y monedas.
Dicen tambien que él acostumbraba a llamar cariñosamente «tío» a todos los vecinos. Por lo mismo, chicos y adultos lo nombraban Tío Machado. Así se le conoció a esta calle durante varios años: «La cuesta de Tío Machado».
Fuente: Libro «Historias, cuentos y leyendas de Xalapa»