La Iglesia de San José es la más antigua de Xalapa. Se construyó en 1535, época cercana a la del desaparecido Convento de San Francisco. Se terminó de construir en 1770. En 1773 éste deja de funcionar como Iglesia para convertirse en un nuevo curato; es entonces cuando deja de ser una capilla o lugar de rezos, para convertirse en una parroquia.
Por las fechas se deduce que este templo fue hecho en las primeras épocas del virreinato, pero no fue hasta el siglo XVIII cuando se levantó el templo como actualmente se conoce.
En cuanto a su movimiento arquitectónico, pertenece al colonial que es singular en América. Su estilo es una combinación de mudejar, gótico y barroco, ya que presenta aspectos y características representativos de esos tres movimientos: su estilo es mudejar por la presencia de tres naves, teniendo una común central y dos naves laterales. Cada una de éstas con menor jerarquía eclesiástica y por consiguiente de dimensiones menores también. Presenta al pie de la nave central un sotocorro y una pila bautismal a un costado del altar un sagrario además con esculturas y pinturas de característica gótico-mudejar-barroco.
Se sitúa en un eje principal de norte a sur, al pie de un importante camino a la ciudad de Veracruz, el cual antiguamente se llamaba barrio Techacapan, que quiere decir “Rió cuyo nacimiento está en la piedra”.
Esta iglesia fue ubicada sobre un montículo de terreno o loma para aprovechar su altura, ya que el atrio que actualmente tiene, ha sido recortado pues en sus principios éste llegaba hasta lo que hoy es la calle prolongación de Zamora, que en aquella época era la salida al sur del país y comunicación al puerto de Veracruz, de tal manera que servía de bendición o agradecimiento a los viajeros de Xalapa hacia el sur o viceversa.
En la época de la Revolución a fines de 1920 se utilizó como cuartel para fuerzas carrancistas, y sufrió un gran deterioro a causa de un incendio en 1931 donde se destruyeron ornamentos pero el templo fue salvado de su quema total aunque la Iglesia en sí, sufrió poco daño.
A partir de entonces y con el paso del tiempo ha sufrido de varias restauraciones que han afectado su primera construcción lo que han deteriorado su valor en cuanto a la imagen.
Sin lugar a dudas es un monumento histórico de gran valor, tan sólo en su pila bautismal recibieron el sacramento personajes como Francisco Díaz Covarrubias, Sebastián Lerdo de Tejada y Antonio López de Santa Anna.