Como el suelo era de roca sólida, se utilizaron explosivos con extremo cuidado para no dañar las construcciones vecinas. En el centro del solar se hallaba un aljibe que proporcionaba agua al inmueble, por lo cual se tuvieron que realizar diversas maniobras para conservarlo.
Debido a que las rocas de la base del edificio se encontraban a gran profundidad, se aprovecharon unas grietas existentes para la construcción de un buen sistema de drenaje.
Existe un amplio salón destinado para biblioteca; inicialmente se trataba de un salón reducido que albergaba 490 volúmenes de acervo en 1901, pero más tarde el espacio resultó insuficiente y el local se amplió con más estantería.
El escritor Salvador Díaz Mirón cedió las regalías de su obra Lascas para incrementar el acervo bibliográfico de la escuela. En otros salones pueden apreciarse un gabinete de física y un laboratorio de Química, un salón de clase de dibujo y un Museo de Historia Natural, en el cual se hayan el esqueleto de un ballenato, diversos animales disecados y una colección de rocas.
El Colegio cuenta con agua dé un manantial, colectada en un aljibe, que proporciona el agua suficiente para los servicios y para la limpieza general.
El edificio fue inaugurado el 24 de marzo de 1901. Los trabajos de ampliación se inauguraron el día primero de junio de 1943 cuando el Lic. Jorge Cerdán entregó el edificio al director del plantel Lic. Victor G. Piña. En la escalera de acceso se impuso una placa alusiva a la obra realizada.
En el Salón de Actos de la escuela se develó una placa con la siguiente inscripción:
«En el primer centenario de la fundación del Colegio Preparatorio (Colegio Nacional), el Presidente de la República, General de División Manuel Ávila Camacho, descubrió esta placa conmemorativa. 16 de septiembre de 1943».
Fuente: Huellas de Xalapa, de Martín Cerón Cortés