El gran ídolo de México, Pedro Infante vino a Xalapa, sí, en el año 1953. Se presentó en el Estadio Xalapeño para amenizar la ceremonia de coronación de la Reyna del Carnaval de la ciudad.
Consultando fuentes, una señora xalapeña, Sofía Castillo de Sánchez, quien en ese entonces era una joven de 16 años, relató lo que sucedió en el estadio cuando se presentó Infante.
“Era un hombre muy guapo”, dice y cuenta que mucha gente fue a verlo pero lo sorprendente era la cantidad de gente que se había instalado alrededor del estadio, en las lomas.
Ese día dio una muestra de la sencillez que siempre lo caracterizó pues detuvo su presentación y dijo que no iba a continuar hasta que la gente que se encontraba en las lomas bajara a disfrutar con él de ese momento.
“’Pues me van a perdonar’, dijo, ‘pero yo ya no voy a seguir cantando si no dejan entrar a toda esa gente que está en la loma’, y que empieza a bajar la gente y se llenó abajo toda la explanada casi de la gente que estaba en las lomas y cantó todavía un montón de tiempo”.
Lamentablemente cuatro años más tarde moriría en un accidente aéreo, pero sin duda, Xalapa fue testigo de ese talento y carisma de este gran ídolo que a la fecha sigue sumando adeptos.
Un hombre sencillo, carismático y seductor, según personas que lo trataron, Pedro Infante fue, es y seguirá siendo uno de los referentes más importantes de la cultura mexicana.
Foto: Internet/Omar Vázquez